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Standing in the hall of fame and the world gonna know your name

sábado, 27 de julio de 2013

NUEVO BLOG!!

Hola a todos, llevo mucho sin publicar nada (lo siento :( ) y no publicaré nada más, por lo menos en este blog. Me he creado uno nuevo, es este: Standing in a hall of fame
Espero que os gustee :D

sábado, 30 de marzo de 2013

Cap. 3

En la orilla todo fue perfecto. Al llegar se quitaron los chaques, Lucas fue a recoger su tabla y se tumbaron en una toalla escuchando música durante unas horas. Ya a las tres y cuarto empezaron a recoger las cosas.
-¿Estamos juntos? Es decir, de novios- dijo Ángela
-¿Tú qué crees?-
-Bueno, nos hemos besado…Creo que eso es un sí-
Él la agarró por la cintura y, mirándola a los ojos, la acercó hasta quedar milímetros entre sus labios.
-Claro que es un sí, chica- dijo y a continuación le levantó la barbilla con los dedos para besarla.
-Es extraño- comentó ella
-¿El qué?- preguntó Lucas
-Lo nuestro. Nos conocemos de ayer y míranos. Pero lo más extraño es que te quiero como si nos conociéramos de toda la vida. Es lo más raro, pero a la vez lo que más me gusta…ese aire de misterio que hay entre los dos-
-Jajaja ¿Sabes lo que más me gusta a mi?-
-¿Qué es lo que más te gusta?- dijo, sonriendo
-Tú- le susurró al oído y luego la besó
   Pero no todo fue tan bonito cuando aparecieron Carlos y Desi que iban a pasarse la tarde en la playa. Ángela intentó esconderse detrás de Lucas. De nada sirvió ya que Carlos reconoció su mochila.
-Pero mira a quién tenemos aquí- dijo Carlos
-Hola- contestó Ángela
-¿Te parece normal que no haya pasado ni un día y ya estés enrollándote con otro?- preguntó
-¿Te parece a ti normal que mientras me decías “TE AMO, ERES LO MEJOR DEL MUNDO” te enrollabas con “mi mejor amiga”?- dijo Ángela- Encima tienes la cara de preguntarme eso.
- Porque no han pasado ni 24 horas desde que lo dejamos-
-Perdona, no me gusta entrometerme en este tipo de conversaciones pero ella tiene todo el derecho a salir con el chico que quiere. Por muy poco tiempo que haya pasado desde la ruptura… Lo que no es justo para ella ni para nadie es que tú le hayas engañado con su mejor amiga mientras estabais juntos- contestó Lucas, muy seguro de lo que decía.
-Mira, esto no va contigo, ¿entendido?- dijo Carlos, un poco molesto.
-¡Chico, mejor que no te metas con mi novio!- gritó Desi
-Desi, tranquila. Él sólo está diciendo lo que piensa y tiene toda la razón. A parte, puedo salir con quién me dé la gana hayan pasado segundo, minutos, horas, días o incluso años desde la ruptura- contestó Ángela.
-Ángela, deberíamos irnos. No quiero discutir más. Es absurdo- susurró Lucas
-Sí, mejor nos vamos. Adiós Desi. Adiós Carlos-
    Cogieron las tablas de surf y las mochilas y se fueron a la avenida. Lucas no entendía la actitud de Carlos, era completamente absurda e inmadura. Fueron a la tienda y devolvieron la tabla y el chaque de Ángela.  Siguieron caminando hasta llegar a una heladería y allí pasaron el resto de la tarde. Cuando el Sol se estaba poniendo Lucas acompañó a la chica a su casa.
-Odio despedirme de ti- dijo Ángela
-Yo también… Lo que me mantiene feliz es saber que voy a verte mañana y las ganas de verte-contestó él.
-¿Sabías que ayer a esta hora, más o menos, te dije que en mi casa nos dábamos dos besos al despedirnos? Si no te hubiera dicho nada habrías seguido de largo. Sólo me diste un triste apretón de manos-
-Pues hoy te daré un apretón de manos, dos besazos y lo que surja después- dijo, dándole dos besos y el apretón
-¿Lo que surja? ¿Y sí surge un beso en la boca?- susurró ella y a continuación se lo dio
-¿Y su surge un beso más largo?-
-Pues te daré un beso más largo-
Así estuvieron hasta que llegaron a algo más subido de tono. Ángela quería subir con él a su casa, ya que vivía sola y nadie les molestaría.
-Oye, yo también tengo ganas pero es demasiado pronto. Lo siento…- dijo Lucas
-No lo sientas. Tienes razón, me he pasado-
-No no, es normal lo que creo que sería mejor más adelante-
-Sí…es lo mejor-
-Me voy ya, guapa. Te echaré de menos-
-Y yo. Te quiero-
-Buenas noches, enana- dijo él, dándole un beso en la frente.
-Que duermas bien, grandullón-

Y Lucas se dio la vuelta y dobló la esquina en un abrir y cerrar de ojos.

jueves, 28 de marzo de 2013

Cap. 2

Como Lucas le había dicho, a las once estaría en el murito. Y así fue. Con un chaque por las rodillas, una tabla de surf, una mochila con colores tropicales, los auriculares y el móvil. Vamos, un surfero en toda regla. Ángela se acercó  por detrás del muro y le tapó los ojos con la chaqueta vaquera.
-¿Quién soy?- dijo Ángela
-¿Un ángel que ha venido a traerme la chaqueta?- contestó Lucas
-¿Quién si no? Jajajaja- dijo riéndose- ¿Te congelaste anoche?
-Un poco, pero mi casa no estaba muy lejos-
-Lo siento. Me acordé cuando me puse el pijama-
-¡No seas tonta!- exclamó- Ahora tiene tu olor.
Ella rió y se quedaron callados unos minutos mirando al mar. Normalmente todos los silencios que había pasado con Carlos eran incómodos, se comía la cabeza pensando en qué decir. Este no lo era.
-¿Cuáles son los planes para hoy?- preguntó Ángela.
-Enseñarte a hacer surf- contestó
-Me da miedo… Tuve una mala experiencia el año pasado haciéndolo.-
-¿Qué te pasó?
-Se me estaba dando mejor que a los demás así que me dijeron que fuera más adentro, a coger las más grandes. Vi una que era perfecta. Empecé a remar con todas mis ganas, me puse de  pie y todos empezaron a gritarme porque la ola rompió antes de lo esperado. Yo pensaba que estaban asombrados de lo bien que lo estaba haciendo pero cuando me di cuenta estaba bajo el agua. La tabla me dio en la cabeza y casi me ahogo- contestó, apartándose el pelo de la sien y enseñándole la cicatriz.
-Voy a estar a tu lado todo el tiempo, no te pasará nada- le dijo Lucas, mirándole a los ojos.
-Pues… allá vamos.
Fueron a una tienda de surf, alquilaron otra tabla y otro chaque y se metieron en el agua. Bueno, Lucas metió a Ángela en el agua entre gritos. Ya con el agua por la cintura, él empezó con sus clases.
-Calcula más o menos cinco metros, súbete a la tabla, pero no te tires encima porque te caerás. Cuenta hasta tres y rema con todas tus fuerzas y justo cuando la ola te llegue a las rodillas ponte de pie de un salto. No muy fuerte, suave. Si saltas muy rápido te caerás y la ola te revolcará- explicó
-Vale- contestó muy seria.
-Si no quieres podemos quedarnos en la orilla
-Claro que quiero, sólo estoy nerviosa-
-De acuerdo. Ahí viene una, no es muy grande-
Ángela se dio la vuelta y se subió a la tabla. Remó y cuando la ola estaba por sus rodillas se levantó.
-¡Sigue así, Ángela! ¡Vas muy bien!- gritó Lucas
Aguantó hasta que la tabla llegó a la orilla y, muy contenta, la cogió y volvió a intentarlo. Una y otra y otra vez lo hizo perfecto. Mientras, Lucas cogía las olas más grandes. Se llevó varios golpes pero siguió como si nada. Ángela se aburrió de las pequeñas y se fue, nerviosa, a por las grandes.
-Lo estás haciendo perfecto-le dijo él
-Gracias- respondió ella, sonriendo- Ahora se han parado las olas, tendremos que esperar unos segundos.
-No hay prisa-
Otra vez se formó un silencio entre ellos. Sólo se escuchaba el ruido del agua llegando a la orilla y la respiración de ambos.
-Siento que estoy yendo muy rápido contigo. Nos conocemos desde ayer, pero creo que lo que siento por ti es algo más que amistad. Desde el momento en que te vi a mi lado, cantando y llorando me gustaste. Aún sin haberte dicho palabra alguna- confesó Lucas, rompiendo el silencio.
-Estamos yendo rápido, sí, pero yo sentí lo mismo. Pasaron muchas personas por delante de mí ayer y me miraron. Ninguna se acercó y se preocupó al verme llorar. Sólo tú- respondió
-¿Crees que sería muy pronto para salir?
-Sí, pero no me importa el tiempo que haya pasado desde que nos conocimos. Siento que te quiero como si nos conociéramos de siempre.
Lucas se bajó de su tabla y se subió a la de Ángela. Justo al equilibrarse volvieron las olas así que él se desamarró la cuerda de su tabla del pie y dejó que la marea la llevara hasta la orilla. Cada ola era más grande que la anterior, Ángela se empezó a asustar pero si bajaba de la tabla podría ahogarse ya que no era muy buena nadando en el mar. Por el horizonte observaron una ola bastante grande.
-¡Llévame a la orilla antes de que llegue!- gritó asustada.
-Relájate, si voy a la orilla nos pillará en mitad del camino y romperá encima de nosotros- dijo Lucas, intentando tranquilizarla-Túmbate, rápido.
Ella obedeció. Notó como él se ponía de pie en la tabla y le dijo que empezara a remar muy rápido pero con más fuerza. Llegó la ola y Lucas le gritó que se levantara deprisa. Así hizo. Cogieron la ola juntos. Él la agarró por la cintura y le besó el cuello.
-Respira hondo y disfruta de la ola- susurró Lucas
-¡Te quiero!-gritó ella
Se tiraron ya que la ola iba a romper. Debajo del agua, él la agarró muy fuerte para que la tabla no la arrastrara hasta la orilla, subieron a la superficie, se miraron y se besaron.

viernes, 22 de marzo de 2013

Cap. 1

Allí estuvo esperando, en aquel banquito tan importante para ella. En el que meses atrás había conocido a su amor. Mientras la primera brisa de la primavera rozaba su cara y hacía volar su cabello, miraba hacia todos lados, esperando a que apareciera su novio. Eran las cuatro y media, había pasado veinte minutos desde la hora acordada, pero Ángela seguía allí. Carlos siempre llegaba tarde a todos lados, lo que para ella era perfecto ya que eso hacía que tuviera muchas más ganas de verle.
-¿Dónde te has metido, Carlos?-se dijo a si misma
Pasaron segundos, minutos, horas… pero Carlos no apareció por allí. Ángela miró su reloj, suspiró, se levantó y se fue. Subió los pequeños escalones del parque, mirando hacia abajo y viendo cómo sus lágrimas dejaban  marcar circulares en ellos.
-Le odio… si va a llegar tarde o básicamente no va a venir, sólo tiene que mandarme un mensaje, llamarme, lo que sea. Pero no, él tiene que dejarme plantada mientras yo muero de frío en este parque- pensaba
A punto de llegar a casa escuchó, en un callejón, a un par de personas riendo sin parar. Miró con curiosidad, pero prefirió no haberlo hecho. Su novio estaba borracho y besándose apasionadamente con otra chica, con su mejor amiga.
-¡Carlos!- gritó Desi, la mejor amiga de Ángela
-¡Ángela! No es lo que piensas- dijo Carlos
-Ah ¿no? ¿No te estás besando con Desi? ¿No estás borracho? ¿No me estás poniendo los cuernos? ¿No me estás engañando como a una estúpida? No, no es eso-
-Ángela puedo explicarlo- contestó Carlos, dándole la mano
-¡Suéltame!- gritó mientras soltaba la mano de él- ¡No quiero volver a verte en mi p*** vida!
-Oye, no es su culpa- dijo Desi
-¿Encima le defiendes? Es culpa de los dos. Espero...-se secó las lágrimas y siguió- Espero que seáis felices juntos.
Se fue deprisa de allí, llorando y sin prestarle atención a su alrededor. Se sentó en un muro frente al mar, a una manzana de su casa. Observó cómo el Sol proyectaba los últimos rayos de luz del día. Se colocó los auriculares y puso la música a todo volumen pensando que de esa forma sus problemas desaparecerían. Y así fue. El olor a mar, a aire puro mezclado con la música de Lana del Rey le tranquilizaba y le hacía sentir que volaba.
-“I will love you til the end of time, I would wait a million years.
Promise you’ll remember that you’re mine. Baby can you see through the tears”- cantó sin darse cuenta del chico que estaba sentado a dos metros de ella.
Al ver las lágrimas que recorrían los cachetes de Ángela, el chico se acercó a ella.
-Disculpa, ¿estás bien?- dijo
-¡Oh! Perdona, ¿has dicho algo? No te he escuchado con los auriculares- contestó mientras se quitaba un auricular.
-Pregunté qué si estabas bien. Te escuché cantar y al ver que llorabas me he preocupado…
-Sí, estoy bien. Tonterías nada más- contestó ella
-No creo que una tontería haga llorar a una chica tan guapa.- dijo. Seguidamente le subió la barbilla hasta que sus ojos quedaron paraleros- Puedes contármelo. Dicen que soy buen concejero.
-Hoy quedé con mí ahora ex-novio en el parque de aquí al lado pero no fue. Me dejó plantada. Cuando volvía a mí casa le vi en un callejón, borracho y besando a mi mejor amiga-
-¿De verdad? Si te soy sincero fue lo mejor que te pudo haber pasado. Imagina que no le hubieras visto. ¿Qué habría pasado?
-No me enteraría y me seguiría engañando-le contestó
-¡Exacto! Así que alegra esa cara porque no vale la pena llorar por una persona así, a parte, tienes una sonrisa preciosa y deberías enseñarla todo el tiempo-
Lo miró y sonrió. Por un instante olvidó lo que había pasado media hora antes pero sintió lo mismo que al conocer a Carlos.
-Se está haciendo tarde y veo que estás tiritando. Ten mi chaqueta- dijo y le dio la chaqueta vaquera a Ángela.
-Gracias, eres muy amable. Oye, ¿me acompañas a casa?
-Por supuesto.
Durante los cinco minutos posteriores estuvieron riendo, contando anécdotas, etc. ¿Lo mejor? No pensó ni un segundo en Carlos. En esos momentos sólo existían él, ella y la música que se enseñaban unos a otros para intercambiar sus gustos musicales. Al llegar ocurrió lo mejor del día.
-Bueno, es aquí. Muchísimas gracias por estos veinte minutos jajaja. ¡Ay! Llevo un gran rato contigo y no sé tu nombre… ¿Cómo te llamas?- preguntó Ángela
-Me llamo Lucas, ¿y tú cómo te llamas?-preguntó con una sonrisa, ya que llevaban hablando todo el trayecto y no sabía el nombre de ella.
-Ángela. Encantada jajaja.
-¿En serio? Casualidades de la vida… Te llamas Ángela y eres tan bonita como un Ángel-
-Muchas gracias- contestó sonrojada
-No hay que darlas, chica. Entra ya, hace frío aquí afuera-
-Pues adiós. Gracias por hacer que me olvide de Carlos durante este rato. Te lo agradezco mucho. Por cierto, ¿volveremos a vernos?
-Vivo aquí al lado, es imposible no vernos jajaja. Todos los días voy a la playa a hacer surf. Si quieres quedamos mañana.
-Vale, así me pasas más música ¿de acuerdo?- dijo mientras sonreía
-Perfecto. Mañana a las once de la mañana te espero en el murito donde nos conocimos- contestó y le dio la mano- Estaré encantado de pasarte toda mi música si hace falta.
-Hasta mañana entonces-le dijo y al ver que se daba la vuelta siguió hablando- ¡Oye! En mi casa cuando nos despedimos nos damos dos besos
Lucas se dio la vuelta, la miró, mostró su perfecta sonrisa y le plantó dos besazos.
-Hasta mañana, Ángela-
Ella entró a la casa y al llegar a su habitación se dio cuenta de que todavía llevaba la chaqueta de Lucas.
-Mañana se la devolveré. Espero que no se congele en el camino- musitó
Observó la chaqueta, la colocó encima de la cama, se acostó a su lado y  la olió por última vez antes de dormir. Olía a su colonia favorita pero lo que más le gustaba, era que olía a ÉL

viernes, 15 de marzo de 2013

Little Pleasures

El chocolate
Los chicles de melón
Las lágrimas de risa
Su sonrisa
Un "Te quiero" al oído
Besos en el cuello
Un abrazo de los de verdad
Reírse a carcajadas
Llorar de emoción
Decir "TE QUIERO" y escuchar un "YO TAMBIÉN"
Despertarse, mirar el móvil y leer un mensaje de Buenos días de él
La sensación en la barriga en la bajada de una montaña rusa
Despertarse de madrugada y ver que te quedan unas horas más de sueño
El olor del café recién hecho
Bailar como loca cuando nadie te mira
Escuchar música a todo volumen y perderte en su letra
Rascarse
Enterrar los pies en la arena cuando está calentita
Surfear
Gritar con todas tus ganas (sobre todo cuando estás en un lugar alto)
Quitarse los tacones al llegar a casa
Abrazar a una persona después de mucho tiempo sin verla
Ducharse con agua caliente cuando hace frío
Darle la vuelta a la almohada y ponerla por la parte "fría"
Explotar las burbujitas de plástico
El olor a campo
El olor a mar
Mirarle cuando te mira, sonreirle y que te devuelva la sonrisa
Acabar los exámenes
Empezar el verano
Pisar hojas secas
El primer día de playa del verano (ese en el que acabas como una gamba)
Escuchar música mientras te duchas
Caminar descalzos
Estar en la cama mientras llueve
El ruido de las olas 
Estirarse al despertarse
Correr por un campo con las hierbas altas
Gritar un GOOOOL 

miércoles, 13 de febrero de 2013

Stupid

Soy estúpida. Sí, lo admito. ¿Por qué lo soy? Porque siempre voy directa a tropezar con la misma piedra una y otra y otra vez. 
Cosas que quería y estaba decidida a dejar en el pasado, ahora las echo de menos.
Cosas como a una amiga que prefirió creer a otras personas antes que a mi y, por mucho daño que me hiciera, echo en falta tener a una persona con la que salir a dar una vuelta, con la que tenía muchísima confianza (tanta que sabíamos cosas de la otra que nadie más sabía) y lo que más extraño: las risas juntas y los momentos en los que nos daba igual quedarnos media hora calladas al lado de la otra cuando estaba mal.
Pero lo que más, las risas, mi sonrisa que desapareció por completo tras haberse ido, tras abandonar nuestra gran amistad por culpa de otra persona.
Y aunque quiera volver a esos momentos sé que a parte de ser casi imposible no sería lo mejor... estaría yendo otra vez hacia la misma piedra.

martes, 12 de febrero de 2013

Yo siempre estoy, para cualquiera, sea conocido, amigo o mejor amigo. Pero cuando yo más lo necesito... ¿quién está? Nadie